El Imperio Bizantino o también llamado Imperio Romano de Oriente empieza en el 395 d.C. tras la división definitiva del Imperio Romano en dos con la muerte de Teodosio I. Sobreviviendo a la amenaza germánica, el Imperio Bizantino perduró casi 1000 años.
Las denominaciones de las monedas bizantinas superan el medio centenar y posee una iconografía muy variada, debido a que fue protagonista en acontecimientos tan importantes como la expansión del islam o la llegada de las cruzadas.
Durante este periodo, se utilizaron prácticamente todos los materiales: aleaciones de oro, plata, bronce, electro. Cabe destacar que las acuñaciones en plata durante el imperio bizantino tuvieron poca importancia (excepto en la última etapa de este periodo) y debido a esto, hay ocasiones en las que estas monedas de plata son más raras que las acuñaciones en oro.
El componente religioso adquirió fuerza durante esta época y estaba muy presente en las monedas. De esta manera se singularizan las monedas bizantinas para acabar constituyéndose la religión como su rasgo más destacado. Imágenes de Cristo, de la cruz, de la Virgen y de los santos, muchas veces estrechamente vinculados con la imagen del emperador. Esta es la época en que todo se centra en la propaganda cristiana y en las monedas quedan reflejados los estrechos lazos existentes entre la autoridad divina y la terrenal.
La acuñación de monedas durante el Imperio Bizantino es muy variada. Gracias a las subastas online de numismática, monedas con historia están al alcance de todo coleccionista amante de las monedas antiguas.
El Imperio Bizantino o también llamado Imperio Romano de Oriente empieza en el 395 d.C. tras la división definitiva del Imperio Romano en dos con la muerte de Teodosio I. Sobreviviendo a la amenaza germánica, el Imperio Bizantino perduró casi 1000 años.
Las denominaciones de las monedas bizantinas superan el medio centenar y posee una iconografía muy variada, debido a que fue protagonista en acontecimientos tan importantes como la expansión del islam o la llegada de las cruzadas.
Durante este periodo, se utilizaron prácticamente todos los materiales: aleaciones de oro, plata, bronce, electro. Cabe destacar que las acuñaciones en plata durante el imperio bizantino tuvieron poca importancia (excepto en la última etapa de este periodo) y debido a esto, hay ocasiones en las que estas monedas de plata son más raras que las acuñaciones en oro.
El componente religioso adquirió fuerza durante esta época y estaba muy presente en las monedas. De esta manera se singularizan las monedas bizantinas para acabar constituyéndose la religión como su rasgo más destacado. Imágenes de Cristo, de la cruz, de la Virgen y de los santos, muchas veces estrechamente vinculados con la imagen del emperador. Esta es la época en que todo se centra en la propaganda cristiana y en las monedas quedan reflejados los estrechos lazos existentes entre la autoridad divina y la terrenal.
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