Lote 160 - Monarquía Española

Descripción

Felipe II (1556-1598). 4 escudos. 1591. Madrid. C. (Cal-882). (Tauler-4). (Fried-159). Au. 13,57 g. Tipo "Ingenio de la Tijera". Magnífica acuñación, muy estilizada, con todo su color y brillo originales. Extremadamente rara y de gran interés para la historia de la numismática española. Solo se conocen otros 2 ejemplares: uno subastado por Daniel F. Sedwick 33 (03/05/2023), lote 27; y otro por Tauler&Fau 128 (07/06/2023), lote 145. Encapsulada por NGC como MS 63.

Encantará a cualquier coleccionista, además de ser la última oportunidad para adquirir una pieza excepcional, de la que estamos seguros pasarán muchos años antes de volver a verla en subasta.

Los 4 escudos madrileños de este tipo presentan la marca de ceca M de Madrid a la izquierda del escudo y la inicial C del ensayador Melchor Rodríguez del Castillo a la derecha, debajo de la denominación o-IIII, con la fecha de 1591 a las 11 en la leyenda del reverso.

Una de las muchas reformas de Felipe II en el siglo XVI fue trasladar la Corte española desde su tradicional sede en Toledo a Madrid, donde permanece actualmente. Esto incluyó la creación de una nueva ceca en Madrid, donde antes no existía ninguna. Felipe II deseaba acuñar monedas allí, pero solo si garantizaban una calidad superior.

En la ceca de Segovia ya se acuñaban monedas perfectas a máquina desde 1586, utilizando el sistema conocido como "Real Ingenio". En Madrid, sin embargo, el rey optó por un experimento diferente: el llamado "Ingenio de la Tijera", desarrollado por el herrero y cuchillero real Miguel de la Cerda, por recomendación del Tercer Conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla.

El invento de Miguel de la Cerda consistía en un método especial para verter plata u oro en cilindros macizos perfectamente redondos, coincidiendo con el diámetro de los troqueles. Cada plancheta era cortada a mano por un extremo con unas tijeras especiales, eliminando la necesidad de recorte o aplanado adicionales. Este método buscaba ahorrar tiempo y recursos, produciendo monedas atractivas con detalles completos y uniformes, aunque muy lejos de lo que finalmente se produjo en Madrid a partir de 1614.

El experimento se probó primero en las cecas de Segovia y Toledo entre 1589 y 1591, pero como Madrid era el destino preferido, se trasladó plata y oro desde Toledo para realizar la prueba allí en 1591. Dado que no había ceca, se eligió el taller del recientemente fallecido escultor, grabador y medallista Jacome Trezzo (también conocido como "Jacometrezo") para el acuñado en Madrid.

Sin embargo, finalmente no fue posible continuar con la acuñación de las denominaciones mayores debido a la insuficiente corriente del río para accionar los molinos de agua. La denominación más alta, y la más rara, es la de 4 escudos; no se intentó acuñar ninguna de 8 escudos, aunque sí se conocen ejemplares de 8 reales de plata (Cal-660), cuyo único ejemplar fue rematado en marzo de 2021 por Áureo & Calicó por aproximadamente 20,000 €.

Durante los años siguientes, de la Cerda mantuvo en secreto su invento, y poco se sabe hasta un segundo experimento en la Casa de la Moneda de Sevilla en 1597. En 1598, de la Cerda falleció y cedió los derechos de su invento a su fideicomisario, el doctor Baltasar Vellorino, quien afirmó haber mejorado el diseño para permitir las acuñaciones de 4 y 8 escudos.

Vellorino promovió un acuerdo con Felipe II para explotar el invento y recibir el 50% de los beneficios durante doce años, aunque la condición era que el método solo se aplicara en las cecas del Nuevo Mundo, empezando por Ciudad de México. Un mes después, Felipe II falleció y la corona pasó a Felipe III.

El equipo se envió a México en 1602, ya durante el reinado de Felipe III. Vellorino viajó a México en 1603 y la maquinaria fue instalada a finales de 1606, según documentos de principios de 1607. En España, el tallador segoviano Diego de Astor llevó a cabo un experimento similar en 1610 en Segovia y en 1611 en Madrid (de nuevo en los estudios de Jacome Trezzo). Sin embargo, el método perdió favor y se alegó en tribunales que era más lento de lo prometido y que provocaría que la plata y oro bruto pasaran directamente a Asia sin beneficio para la península.

El investigador Jorge Proctor señala que estas fechas coinciden con la aparición de los reales mexicanos (galanos), que eran perfectamente redondos y coinciden con la producción que habría realizado este nuevo equipo. Exceptuando estos galanos, no hay pruebas de aplicación plena del método en el Nuevo Mundo.

Las monedas del "Ingenio de la Tijera" son, por tanto, piezas clave para la evolución de la numismática española y americana.

Como referencia, dos artículos españoles resumen y analizan esta documentación:


·"Dos experimentos acuñadores en Madrid: las pruebas de Miguel de la Cerda y Diego de Astor en las casas de Jacome Trezzo", Rosa Romero Molina, NVMISMA nº 233 (julio-diciembre 1993), Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos.
·"El Proyecto de implantación del Ingenio de la Tijera en las cecas de los Reinos de las Indias", Pedro Damián Cano Borrego, Revista Numismática Hécate nº 9 (2022)
. Est...100000,00.

Precio salida
50.000 €
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Sin pujas
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Lotes Subasta

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